sábado, 31 de enero de 2015

Autor romántico: JOSÉ ZORRILLA


JOSÉ ZORRILLA

(Valladolid, 1817 - Madrid, 1893) Escritor español, principal representante del romanticismo medievalizante y legendario. En 1833 ingresó en la Universidad de Toledo como estudiante de leyes, y en 1835 pasó a la Univerisdad de Valladolid. José Zorrilla publicó sus primeros versos en el diario vallisoletano El Artista.
José Zorrilla
En Madrid, después de abandonar su carrera universitaria, alcanzó fama tras leer unos versos suyos ante el cadáver de Larra (1837). Ocupó el cargo de éste en la redacción de El Español, donde publicó la serie de poemas titulada Poesías (1837), primero de una serie de ocho volúmenes que acabó en 1840. Su éxito poético se renovaría en 1852 con un poema descriptivo, Granada, que quedó inacabado. En 1839 se casó con Matilde O'Reilly, de la que enviudó muy pronto.
Escribió numerosas leyendas (Cantos del trovador, 1840-1841; Vigilias del estío, 1842; Flores perdidas, 1843; Recuerdos y fantasías, 1844; Un testigo de bronce, 1845), en las que resucita a la España medieval y renacentista. Cabe destacar «A buen juez mejor testigo», «Margarita la Tornera» y «El capitán Montoya».
En 1837 Zorrilla inició su producción teatral con Vivir loco y morir más, y alcanzó su primer éxito con El zapatero y el rey (1840), a la que siguieron: El eco del torrente (1842), Sancho García (1842), El molino de Guadalajara (1843), El puñal del godo (1843), Don Juan Tenorio (1844) y Traidor, inconfeso y mártir (1849). En estas obras trata temas tradicionales o del Siglo de Oro. También escribió tragedias a la manera clásica, como Sofronia (1843).

De regreso a España (1866), José Zorrilla se casó con la actriz Juana Pacheco, viajó a Roma (1871) e ingresó en la Real Academia (1882). De estos años son Recuerdos del tiempo viejo (1880-1883), La leyenda del Cid (1882), El cantar del romero (1883) y Mi última brega (1888). Fue coronado como poeta en el alcázar de Granada (1889) por el duque de Rivas, en representación de la reina regente.

Poemas dramáticos
· El zapatero y el Rey (1839 y 1842)
· Sancho García (1842)
· El puñal del godo (1843)
· Don Juan Tenorio (1844)
· La Calentura (1847)






RESEÑA DE LECTURA: “los movimientos culturas como vehículo de cambio”

Palabras claves: revoluciones, clases sociales, identidades, culturas, liberaciones, naturaleza del bien y el mal.

por: Yessica A. Cano


Tres movimientos culturales después de la Segunda Guerra mundial han transformado la sociedad contemporánea: el existencialismo, la generación “alineada” que se sitúa en la postguerra y los posmodernos ( diversidad); los feministas, los blackpower, el punk y el consumismo. Esta es la introducción del texto la cual va muy acorde a el título dado para esta lectura, ya que lleva al lector directo a lo que se va a encontrar en el nudo o fondo del texto.
El texto nos define estos movimientos culturales de cambio, expresando así que el feminismo fue y ha seguido siendo la más importante y decisiva  revolución social de la modernidad. Esta, a diferencia de una revolución política, la revolución social no estalla: ocurre, esto nos lo dice el texto como también que una revolución social es también siempre una revolución cultural. Siendo de esta manera personalmente apoyo la idea ya que la revolución social va sucediendo poco a poco y son las personas no jurídicas en muchos casos las que deciden hacer este tipo de revolución, agregando que las tres olas de movimientos, ya antes mencionadas, han sido obra de las generaciones más jóvenes como lo habla el autor de la lectura.
La generación existencialista fue la primera y la más cerrada de estos movimientos, ya que estaban empeñadas en liberarse, lo único que importa es hacer las cosas al modo de cada persona individual y poner en practica dicha libertad que nos ha sido otorgada, entonces hombres y mujeres jóvenes, intoxicados por la atmosfera de posibilidades ilimitadas, empezaron a bailar, amar y hablar de forma existencial.
Los “alineados” seguían creyendo en que la libertad era el valor principal de este movimiento, sin embargo, a diferencia de la generación existencialista, ha seguido comprometida con el colectivismo, la búsqueda de la libertad era una meta común.
El posmodernismo como movimiento cultural, es muy sencillo: todo vale, no se trata de rebelión porque de hecho el posmodernismo no es rebelde. De esta manera el posmodernismo es una ola dentro de la cual son posibles todo tipo de movimientos ya sean políticos, artísticos o culturales.

la libertad es el termino que tiene en común estas tres generaciones o movimientos culturales, todos la idealizan y la buscan de diferente forma pero al final es su "libertad".